Cadiz:

La Soledad viste riguroso luto cada cinco años coincidiendo con la salida fuera de la urna de Jesús Yacente, y cubre su manto a modo de toca con una mantilla confeccionada en base a una "salida de baile" bordada con laminillas de oro y regalo de Isabel II. Entre sus sayas destaca la bordada en oro sobre un traje de luces del torero Carlos Arruza, de 1951.

Su paso procesional es un auténtico camarín andante, realizando respiraderos, varales y las caídas rígidas del palio el jerezano Manuel Rodríguez, todo en metal repujado y plateado. Por su parte, los candelabros de cola están bellamente ejecutados por Villarreal, de Camas (Sevilla). La Virgen de la Soledad posee en Puerto Real una calle con su nombre y un magnífico azulejo con su efigie preside la fachada de su sede canónica, realizado con motivo del Año Santo Mariano de 1954 por el Consistorio de la Real Villa