La cofradía es reorganizada de nuevo en 1941, año en que el pintor-restaurador Sr. Donaire renueva la policromía de la Soledad sabiamente, para posteriormente hacer lo mismo Tomás Chaveli en 1964, quien le da la actual tonalidad, más tostada. Ambas intenciones son sólo y exclusivamente de policromía, nunca de modelado, lo que nos permite decir que la Virgen de la Soledad de Puerto Real es fiel reflejo de la producción imaginera de Luisa Roldán y la única Dolorosa de La Roldana documentada en Andalucía hasta el momento.
Una magnífica corona de plata de ley cincelada por el orfebre sevillano Manuel Seco Velasco en 1945 se ciñe sobre la cabeza de la Señora, regalo del pueblo de Puerto Real a esta imagen símbolo de la Villa, que residió en el período 1949-51 en la prioral de San Sebastián por obras en su sede canónica, ostentando una cruz laureada de San Fernando del marino y ex-alcalde don Antonio Blanco Paz; la gran cruz de Isabel la Católica, de don Ramón Avila Barron, secretario personal de la Reina Regente M.Cristina, y hecha donación por su viuda doña María Lizaur de Paúl; el jazmín de plata del Grupo de Ciencias, Letras y Arte "Madrigal", donado por doña Justa Romero de Muro; y una cruz al mérito militar de su vestidor durante cincuenta años, don Angel Carlier.