La Veracruz, en el año 1939, estrenando faroles. (Colección particular)
Cuando se trae la talla, en 1773, es colocada en un precioso retablo dieciochesco. En 1785, debido a la opinión enfervorizada de los fieles, la imagen es retirada al objeto de colocar en su lugar la antigua imagen de pasta de papel. Posteriormente, cuando se calmaron los ánimos, fue respuesta en dicho retablo, conservándose en él hasta la actualidad.
El conjunto del Calvario se mantuvo intacto hasta el año 1931 en que, en el marco de los disturbios que vivió Cádiz en aquellos años, el templo fue asaltado y fueron quemadas varias imágenes. La Virgen sobrevivió a la quema gracias a que se encontraba en el Convento de las Descalzas, lugar en el que aún hoy día se conserva. El Cristo tampoco sufrió daño, gracias a la intervención de uno de los fieles que lo ocultó en su domicilio durante los disturbios.
Con la pérdida de buena parte de las imágenes, a partir de 1931 procesionó el Crucificado solo. En 1945 se le incorporó la nueva imagen de la Virgen de la Soledad, que procesionaba en el mismo paso que el Cristo, hasta tener su paso de palio.
En la década siguiente, la cofradía encarga a Láinez Capote las imágenes que han de figurar en el Calvario. No obstante, a partir de la reorganización de 1970, estas imágenes serán suprimidas definitivamente