Este esquema muestra la distribución de la villa medieval de Cádiz, asentada sobre lo que hoy es el Barrio del Pópulo. En la actualidad se conservan las tres "puertas" de las murallas.
Los orígenes de la villa medieval de Cádiz comienzan, como no puede ser de otra manera, con la Reconquista. Es probable que Cádiz, desde el punto de vista militar, pasara a manos cristianas en la primera mitad del siglo XIII. No obstante, tuvieron que pasar treinta años para que el rey Alfonso X el Sabio ordenara la ocupación de la ciudad a un almirante llamado Pedro Martínez de la Fee al objeto de asegurar las condiciones que permitieran la repoblación de la villa.
Por entonces, lo que quedaba de Cádiz era una pequeña población arruinada por los continuos altercados bélicos, y quizás fue su excelente situación estratégica lo que suscitó el interés del rey. Cádiz se convirtió en un baluarte desde el cual organizar la defensa de toda la costa ante los posibles ataques norteafricanos.
Bajo los auspicios del Alfonso X, en la segunda mitad del siglo XIII una colonia de trescientas familias de las montañas de Santander se trasladaron a Cádiz, configurando un poblado que en líneas generales puede compararse con el actual Barrio del Pópulo. Poco a poco se le fue dotando de la infraestructura necesaria para garantizar su supervivencia. Siguiendo los cánones de la época, se construyó un castillo, así como una notable catedral (la llamada en Cádiz Catedral Vieja o Iglesia de Santa Cruz), y una magnífica muralla defensiva (para la época) que rodeaba el poblado, salpicada de torreones.